Todo proceso demanda una secuencia de
pasos: en el caso de la función de organización se analizaran cada uno de
ellos:
Lista de trabajo:
El administrador deberá tener presente
el giro de su empresa para determinar qué tipo de tareas se necesitarán llevar a cabo para lograr metas y
objetivos.
Una vez enlistadas todas las tareas o
actividades por realizar, se irán determinando los cargos o puestos que serán
ocupados por las personas más idóneas, esto representa que se vayan asociando;
tareas, puestos y perfiles de personas, inclusive pudiera darse el caso de
determinados puestos que ya existan. De ser así es necesario determinar que
tareas se llevan a cabo en él y, de no existir, cuales se deben crear,
clarificando perfectamente la descripción y especificación de puestos.
División del trabajo
Esta deberá hacerse de acuerdo con las
tareas de cada puesto, con el número de personas que laboran y sus capacidades,
y con base en esto determinar la carga de trabajo, es decir, cuánto trabajo
podrá ser llevado a cabo por el empleado.
Para repartir esas cargas de trabajo
se deberá estimar el tiempo que necesita el empleado para realizar cada
actividad o, si es necesario, que lleve a cabo más actividades; establecer
inclusive tiempos extras para la conclusión de los mismos, o bien demandar más
empelados para llevar a feliz término las tareas.
Una vez analizado todo lo anterior, en
esta etapa del proceso de organización deberán quedar establecidas las cargas
de trabajo de cada uno de los empleados.
Combinación de actividades o tareas
En esta parte del proceso lo que se
genera es lo que conocemos como departamentalización, ya que se agrupan
aquellas actividades que tienen una afinidad o son similares entre si. La
departamentalización puede darse en torno a distintas bases: por funciones, por
producto, por área geográfica, etcétera.
Departamentalización funcional.
Es cuando se agrupan las actividades
afines; es decir, todas las actividades relacionadas con la producción se
agrupan y forman en el departamento de producción; todas las actividades
relacionadas con contabilidad y finanzas en el departamento del mismo nombre y
así sucesivamente. Claro que estás actividades varían de acuerdo con el giro de
las empresa, las actividades que se dan en un hospital son diferentes a los de
una biblioteca o a una empresa de telecomunicaciones, por lo cual los tipos de
departamentos variarán.
Departamentalización por producto o servicio.
Cuando las empresas producen uno o más
productos o servicios y estos son muy diferentes entre sí y dirigidos a
segmentos de mercado diferentes, ya que satisfacen necesidades distintas de los
consumidores, se recurre a este tipo de departamentalización.
Departamentalización por área geográfica
Cuando las actividades de la
organización se llevan a cabo en puntos dispersos, geográficamente hablando, es
recomendable esta departamentalización, porque permite atacar los mercados de
manera diferente, según su ubicación, inclusive sus costumbres o hábitos de
compra y facilitar así la logística de sus actividades.
Departamentalización por cliente o consumidor
Cuando las características de los
clientes son específicas, y por lo tanto demandan de gran atención y esfuerzo
por parte de la empresa para satisfacer sus necesidades, es recomendable llevar
a cabo este tipo de departamentalización.
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